vía elpais.com
El Parlamento iraní aprobó el pasado miércoles una ley que permite castigar con la pena de muerte a quienes produzcan o protagonicen material pornográfico. Con esa decisión, al parecer motivada por el escándalo de un reciente vídeo en el que se veía a una conocida actriz fornicando con su novio, la producción de pornografía se equipara en Irán a la traición, el espionaje, la sodomía, el adulterio, la prostitución o la apostasía, entre otros delitos sancionados con la pena capital.
"Quienes produzcan obras pornográficas o estén directamente vinculados con su elaboración serán considerados corruptos de la tierra y podrán ser castigados con la pena correspondiente", señala el texto de la ley tal como fue difundido por la agencia oficial Irna.
Ser un "corrupto de la tierra" es uno de los crímenes más graves mencionados por el Corán. El código penal iraní, que lo incorporó tras la revolución islámica de 1979, lo castiga con la pena de muerte. Los diputados respaldaron la propuesta de agravar la condena para los responsables de producir pornografía al incluirles en esa categoría por abrumadora mayoría (148 síes, cinco noes y cuatro abstenciones). La ley se refiere a vídeos y medios electrónicos como CD y DVD. Revistas y libros porno ya estaban prohibidos.
No hubo discusión sobre lo que constituye una obra pornográfica: aquélla "cuyo contenido consiste en exponer la desnudez del hombre y la mujer mientras mantienen relaciones sexuales". En la mente de todos estaba el contenido de un vídeo clandestino que fue la comidilla de todo Teherán el pasado invierno. Con los tonos virados al rojo por el uso de una cámara amateur, mostraba a una joven iraní, supuestamente la actriz Zahra Amir Ebrahimi, mientras hacía el amor con su novio.
El rumor decía que había aceptado grabarlo antes de viajar fuera del país para que su amado lo tuviera como recuerdo. Ella ha negado ser la protagonista y acusa a un pretendiente despechado de querer destruir su carrera, pero sigue bajo investigación de la fiscalía. En Irán, donde está prohibido el mínimo contacto físico entre un hombre y una mujer que no estén emparentados en primer grado, las mujeres tienen que cubrirse completamente en público y ni siquiera en las películas muestran el pelo o gestos de afecto hacia quienes hacen el papel de maridos o novios.
Además, la nueva ley supone que esos delitos pasarán a ser juzgados por tribunales revolucionarios, una instancia cuestionada por los defensores de los derechos humanos. Antes de entrar en vigor, aún debe recibir el visto bueno del Consejo de Guardianes, una especie de Cámara Alta designada que ratifica las decisiones del Parlamento, pero dado su conservadurismo no es previsible que encuentre dificultades.
Irán se encuentra en el punto de mira de las organizaciones internacionales de derechos humanos por mantener la pena de muerte. Según Amnistía Internacional, los ejecutados se elevaron a 177 el año pasado. En lo que va del presente, France Presse ha contabilizado 98.
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