niño indigo...

La idea de los niños índigo es una creencia salida del folclore del New Age y la pseudociencia modernos. En el mundo del New Age se les llama niños índigo a ciertos infantes que supuestamente poseen características que los diferencian de los infantes normales, características tales como intuición, espontaneidad, rechazo a la moralidad estricta y una gran imaginación, añadiéndose frecuentemente también entre tales capacidades los dones paranormales. La creencia en los niños índigo es una especie de milenarismo, en la cual se afirma que tales infantes llegaron a cambiar al mundo hacia un estado más espiritual.

Hay que notar que una buena cantidad de los presuntos niños índigo han sido tachados de hiperactivos o con el polémico síndrome de déficit de atención, fallando en los sistemas educativos tradicionales, lo cual tendría dos explicaciones. Por una parte, la popularidad del concepto entre los padres de niños que sufren de tales problemas conductuales. Por otra parte, la incapacidad de los sistemas educativos tradicionales de lidiar con aquellos niños que no se adapten al estándar de alumno.

También existen quienes sostienen que la creencia de los niños índigo, es una reacción de pánico moral a la terapia medicamentosa en niños, particularmente, la ritalina.

En el año de 1982 la parasicóloga Nancy Ann Tappe afirma que desarrolló un sistema para clasificar los seres humanos de acuerdo al color de su aura espiritual. En su libro Understanding your life through color hace un estudio de lo que ella llama "los colores de la vida". Según Tappe, cada persona posee un cierto color en su aura en función de su personalidad e inclinaciones. Este enfoque tiene un fuerte componente racista y discriminatorio.

En el caso de los llamados niños índigo, los creyentes afirman que su aura tiende a mostrar colores añiles o azules, lo cual creen manifiesta un nivel espiritual más avanzado.

Nancy Ann Tappe dice haber detectado, bajo su método, que las auras de color índigo comenzaron a aparecer primordialmente en los años 1980 y que tienen una tendencia a proliferar. De allí la idea que tales infantes tienen algún rol transformador en la sociedad en el futuro cercano. Sin embargo la idea del aura tiene un componente esotérico, por lo que es imposible verificarlo en una persona real.

Más tarde el matrimonio L. Carroll y J. Tober publicaron el libro The Indigo Children en el que afirman que todos los conocimiento sobre estos supuestos niños provienen de comunicaciones telepáticas de un extraterrestre llamado Kryon.

Los creyentes afirman que los niños índigo muestran una serie de atributos sensoriales recurrentes, como serían la hipersensibilidad auditiva o la hipersensibilidad táctil (aunque generalmente no todos los que se dicen ser índigos tienen todas estas características). También que tienen poderes supranaturales como telekinesis, clarividencia y sanaciones mágicas. De igual forma afirman que estos niños tienen un patrón de comportamiento similar entre ellos:

  • Llegan al mundo sintiéndose reyes, y a menudo se comportan como tales.
  • Tienen la sensación de merecer estar donde están, y se sorprenden cuando los demás no la comparten.
  • No tienen problemas de valoración personal, a menudo les dicen a sus padres quiénes son.
  • Les cuesta aceptar la autoridad que no ofrece explicación ni alternativa.
  • Se niegan a hacer ciertas cosas, como por ejemplo esperar en una fila.
  • Se sienten frustrados con los sistemas ritualistas que no requieren un pensamiento creativo.
  • A menudo encuentran formas mejores de hacer las cosas, tanto en la casa como en la escuela.
  • Parecen ser antisociales, a menos que se encuentren con personas como ellos.
  • No reaccionan ante la disciplina de la culpa.
  • No son tímidos para manifestar sus necesidades.

Cabe notar que ningún estudio científico ha validado tales atributos o la existencia misma de los "niños índigo", y la opinión generalizada en la psiquiatría es que la etiqueta de "niño índigo" proviene de los deseos paternales de transformar problemas de conducta infantiles más o menos graves en virtudes, más que de una realidad objetiva cualquiera.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Más claro que el agua.
Mil gracias.
Ricardo.