oda al tetris...

vía gadgetoblog...

5 de mayo de 2007.- ¿Quién podría haberlo sospechado? El juego más divertido de los ochenta no surgió de los grandes estudios norteamericanos ni de las entonces pujantes firmas españolas. El videojuego más divertido de los ochenta, sin duda alguna, sin necesidad de votación, vino de la Unión Soviética. En 1985, Alexey Pajitnov, un programador ruso de 29 años, inventó el Tetris.

No necesita presentación, así que dedicaré unas líneas a comentar algunas curiosidades. Por ejemplo, muchos saben que el nombre de las piezas que caen es "tetriminos" —"tetrads" en las primeras versiones- pero ¿alguien sabe por qué se escogió el nombre Tetris? Es la combinación de Tetra -ya que todas las piezas del juego están formadas por cuatro segmentos- y tenis, el deporte favorito del creador.

Creador que, por cierto, no se hizo rico. La batalla por los derechos de Tetris se prolongó durante décadas y afectó a docenas de compañías. Daría para un guión de telenovela. Algunas, como Nintendo, se llenaron los bolsillos gracias a estas piezas. Parte del problema estribaba en que el gobierno soviético reclamaba la propiedad intelectual del adictivo juego pero muchas compañías del "mundo libre" habían empezado a programar clones del título antes de que se decidieran a exportarlo.

La lista de clones es interminable y Wikipedia registra además 39 juegos que son variantes del original. Estos juegos pueden contener reglas adicionales como mayor lentitud a la hora de girar las piezas o una gravedad más realista que facilita la eliminación de filas en cadena.

Numerosos estudios médicos aseguran que jugar a Tetris mejora la actividad cerebral —esto no quiere decir que te haga más listo-. Hay que tener, sin embargo, mucho cuidado. Los psicólogos hablan de un "efecto Tetris", que debido a la repetición constante de movimientos acaba por conseguir que los afectados desarrollen una actitud obsesiva-compulsiva. Quienes son adictos al Tetris acaban por intentar "encajar" objetos reales. Continuamente se imaginan diferentes elementos de la vida cotidiana y cómo encajarían con otros. También pueden producirse alucinaciones de piezas cayendo en la periferia del campo de visión y sueños recurrentes con los tetriminos. Este trastorno —de verdad, no es una broma- ha sido comprobado en numerosas ocasiones y, de hecho, durante la guerra fría, los amantes de las teorías conspiratorias creyeron que Tetris era un arma psicológica soviética para disminuir el rendimiento de los científicos estadounidenses.

Es imposible "ganar" en el Tetris. Se han escrito tesis doctorales sobre esto. El problema es que incluso el jugador perfecto llega tarde o temprano a una situación en el que las piezas se mueven de forma vertical mucho más rápido de lo que pueden hacerlo de forma horizontal. Es imposible llevar las piezas hacia los extremos —ocurre a partir del nivel 29 en la versión de Nintendo-.

La razón por la que escribo este post es esta máquina de Tetris formada por una matriz de 240 botones LED que cambian de color. Es un Tetris convencional pero "táctil". El ususario tiene que pulsar en los laterales de las piezas para rotarlas. Poco práctico, sin duda, pero se trata de un invento "casero" que será una de las estrellas de la próxima feria MAKE, unas jorndas para los amantes del bricolaje electrónico. Yo estoy impaciente por ver qué se presentará este año en el recinto ferial de San Mateo, California. He estado a punto de sacarme un pasaje y plantarme allí. Promete.

para los más freaks... la canción del tetris en techno...


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