KO profundo...

Un papel

envenena mi huerto,

dónde nada florece,

por miedo a batirme

contigo,

mi blanco.

Se disipa

sin correr la tinta,

sangre imperfecta

sulfurada por bucles

pulgosos,

vacíos.

Si ahora me obligo

a seguir respirando

pronto

me arrepentiré.

Porque sigo

en KO profundo,

en un coma

de escritor…

me toman por vagabundo

pues me presento

con un viejo traje

y la corbata

demasiado ajustada.

Se ha roto

el consenso del valiente,

del romántico locuelo,

poeta entre rascacielos,

mi vida,

un quizás.

Un futuro

que viste condicional

de azar incontrolado

y gafes demostrados,

mi vida,

mi ser.

Si aun me exijo

seguir aguantando

será por insensato

inconsciente.

Porque sufro

mi KO profundo,

la lepra

del corazón…

un presente nauseabundo

que se escapa fugazmente

en tres caladas

y una foto

hecha a trizos….

Tiempos nuevos,

libretas rodadas

pero sin cambio argumental…

toda la fe

la canjeé por cervezas,

necesito

un diván.

Ya que si ahora planeo

renacer sonriendo,

pronto

fallaré.


Porque sigo

en KO profundo,

aturdido

como un sin más…

en medio

de un terremoto

petrificado,

sin avanzar…

me tomo un respiro

pues no acaba este loop

que es mi cuento,

repetitivo,

ya conocido,

que te vuelvo a contar…

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