
artículo de el país
20 años, nada menos, lleva Modestia Aparte en la música.
Para celebrarlo, el conjunto madrileño no sólo ha sacado un nuevo trabajo que rinde homenaje a su larga andadura como banda -su último disco se llama 20-, también, y es todo un detalle que no puede pasar inadvertido, se lo dedican a esos músicos que no han tenido "su suerte"; a esos que ni siquiera han tenido el privilegio de ser escuchados y aún permanecen en el anonimato, quien sabe si para siempre...
Son 20 años en la música, ¿seguís con los mismos ánimos?
No son los mismos, pero no son menos que cuando empezamos. Vemos la vida de otra forma y nos planteamos la música también de otra manera... más adulta, quizá. La música es algo fundamental para nosotros y a la vez nuestra profesión. Lo bueno es que no trabajamos nunca porque nos dedicamos a lo que nos gusta, y eso es una suerte. ¿Qué ha cambiado en el grupo en estos años?
Ha habido muchos cambios: los miembros de la banda, por ejemplo, ya no son los mismos desde que nos separamos en el 94... del principio sólo quedo yo. ¿Y los demás?
Portu y Jano siguen en la música, los otros dos no se dedican a tocar profesionalmente, aunque también seguimos teniendo bastante relación con Papeto. Desde afuera se os ve como un grupo entrañable, que ha desatado bastantes filias y pocas fobias, ¿cómo os veis vosotros?
Nosotros, desde el principio, nos vemos como un grupo de amigos de barrio. Nunca nos ha gustado la fama, es la parte más negativa de este negocio, desde nuestro punto de vista. No sé, estaría muy bien dedicarte a la música y poder coger el metro sin que la gente te conozca. Sin embargo, la verdad es que siempre han sido muy educados con nosotros. A veces se me acercan y me dicen "me suena tu cara"; y pienso... no sé, igual te he vendido algún seguro (risas). ¿Vendes seguros y mantienes una vida paralela?
No, claro que no (risas). ¿Qué ha cambiado en el panorama musical de los últimos años?
Ha cambiado todo mucho. La industria musical es como una gran rueda y cuando cambia algo en uno de sus segmentos pues todo, a su vez, también se ve alterado. Ahora es difícil que le den una oportunidad a los nuevos artistas, salvo que vayan con una campaña muy importante detrás. Ahora el marketing y la esponsorización son conceptos fundamentales. Ahora no se venden discos, se le da mucha más importancia a los directos... ¿Cómo veis el canon?
No nos metemos mucho, la verdad. Nos queda un poco lejos... Está claro que hay un problema porque hay muchos intereses contrapuestos. Igual deberían sentarse todas las partes y llegar a un acuerdo intermedio. No sé si una solución podría ser que se cobrase una parte marginal, algo mínimo, que fuese más que cero y que, por otro lado, el comprador lo viera justo. Puede que así todos estarían contentos. Pero bueno, es una paranoia... ¿Qué se siente al tocar en un lugar como Sarajevo en 2007?
Nos trataron muy bien. Fuimos allí por un acuerdo con la embajada española en Sarajevo. Es otro mundo, otra cultura. Vienen de una guerra y puedes ver todas sus huellas. Está metido como en un valle, rodeado de montañas en las que estaban camuflados los francotiradores en la época de la guerra. El concierto estuvo muy bien; se presentaron 400 infantes de marina, estaban muchos miembros de distintas embajadas... fue muy divertido. Los bosnios flipaban porque iba traduciéndoles un poco las canciones (risas)... estuvo muy bien. ¿Alguna anécdota?
Un día íbamos a una discoteca y cuando llegamos había un coche patrulla de la guardia civil en la puerta (risas). ¿Hay gira a la vista?
Sí, queremos presentar 20 y celebrar nuestro cumpleaños con parte del disco y parte de nuestros éxitos. ¿De dónde viene vuestro nombre?
Pues empezamos a decir nombres a lo loco allá por el 86 y salió Modestia Aparte. Bueno, la verdad es que el nombre real era Modestia Aparte Imbécil, pero la última parte sobraba (risas). Podía haber cambiado vuestra carrera ese nombre...
Sí, podríamos haber salido un poco más punk (risas) ¿Cómo os las arregláis para componer?
De las músicas me suelo encargar yo, pero Modestia Aparte siempre ha sido un grupo de participación. Hay mucha gente metida en las letras. A veces Portu, Quique, de No se lo digas a mamá... por ejemplo, la letra del sencillo la hemos hecho entre Papeto y yo.
¿Vuestros fans han crecido con vosotros o veis caras nuevas en los conciertos?
Viene gente nueva, pero hay muchos que conocen el grupo de muchos años. A veces nos da por preguntar en medio de los concierto si han estado en otros... (risas).
¿Hay algún lugar en el que os guste tocar especialmente?
La verdad es que en todos lados nos sentimos muy a gusto, y estamos contentos en cualquier parte porque, sobre todo, nos gusta tocar y los conciertos de Modestia son bastante divertidos. Está claro que Madrid es nuestra ciudad y nos gusta mucho tocar en casa. En cualquier caso, tenemos mucha suerte por el tipo de público que tenemos.
Mortadelo y Filemón, los célebres agentes de la T.I.A creados por Ibáñez, cumplen medio siglo de vida. Para celebrarlo, Ediciones B ha editado un libro conmemorativo que repasa las diferentes etapas por las que han pasado los "agentes especiales". El volumen cuenta con un prólogo del cineasta Alex de la Iglesia, quien se confiesa devoto admirador del dibujante y de sus geniales personajes.
A finales de 1957 Ibáñez terminó la primera historieta de Mortadelo y Filemón, que apareció publicada en la revista Pulgarcito al año siguiente. A partir de aquí, y durante los años sesenta, Ibáñez trabajó para diferentes revistas e inició un periodo de enorme creatividad.
La década de los sesenta fue especialmente prolífica. En 1961 se publicó la primera historieta de "13, Rue del Percebe" y dos años más tarde la de "El botones Sacarino". En 1964 llegó la primera entrega de "Rompetechos", "Pepe Gotera y Otilio" y "El sulfato atómico", la primera historieta larga en formato de álbum con una cuidada realización de guión y dibujo.
En 1970 nació la revista Mortadelo, a la que siguieron publicaciones como Mortadelo especial, Mortadelo gigante, Super Mortadelo, y las ediciones especiales de sus aventuras en las colecciones Olé, Magos del humor y Super humor. En esta misma época, las historietas de "Mortadelo y Filemón" fueron traducidas a once idiomas.
En 1985 Ibáñez dejó Editorial Bruguera para pasar a Grijalbo y tres años después regresó a Ediciones B, donde "Mortadelo y Filemón" volvió a editarse con regularidad.
En 1994 el dibujante recibió el Gran Premio del Salón del Cómic al conjunto de su obra y en 2002 fue distinguido con la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes. En ese mismo año, publicó dos de los títulos más celebrados: "Misión Triunfo" y "El estrellato".
No es para menos porque este icono ha revolucionado la comunicación no verbal en el ciberespacio: el pequeño 'smiley' ha logrado vencer las limitaciones que tiene el comunicarse por texto sin poder expresar emociones o expresiones faciales.
Con esta capacidad, que transmite únicamente por dos puntos, un guión medio y un paréntesis, el 'smiley' seguramente ha evitado algún que otro enfado injustificado entre internautas.
El creador de este signo es Scott E. Fahlman, profesor de investigación de la Universidad Carnegie Mellon, que estos días no tiene tiempo para dedicarse a su afición, la inteligencia artificial y sus aplicaciones informáticas. Está abrumado por las llamadas y felicitaciones que recibe en su despacho de Pittsburg.
Cuando Fahlman inventó este emoticono, tenía 34 años, y casi nadie utilizaba ordenadores. Menos aún enviaban mensajes, pero la Universidad Carnegie Mellon era ya un hervidero de innovación y de largas conversaciones electrónicas.
Así nació el ':-)'
En aquella época, se colgaban mensajes fluorescentes con caracteres en naranja o verde constantemente en los boletines internos de la universidad frecuentados tanto por alumnos como por profesores.
Entre mensajes oficiales, preguntas científicas y contenidos más distendidos, alguien envió un correo bromeando sobre una supuesta contaminación en un ascensor, lo que desató un gran debate sobre el límite del humor en la red y cómo marcar los comentarios divertidos para que nadie se los tomara en serio.
Fahlman, que llevaba entonces solamente unos años como profesor en la Universidad de Carnegie Mellon, envió su respuesta con el siguiente contenido: "propongo la siguiente secuencia de caracteres para los bromistas: :-)", escribió. "Leedla de lado", aconsejó a los internautas.
El mensaje fue colgado en el boletín electrónico el 19 de septiembre de 1982 a las 11:44 de la mañana. Así fue cómo el Smiley vio la luz en la red hace exactamente 25 años. En el mismo correo, Fahlman propuso utilizar ':-(' para aquellos mensajes que no son broma. Pronto se convirtió en un símbolo para reflejar la frustración, el enfado o el desagrado de una persona.
La propuesta de este profesor fue acogida con gran entusiasmo entre los alumnos y empleados de la Universidad de Carnegie Mellon, y el 'smiley' saltó rápidamente a otras universidades y foros a través de la entonces todavía rudimentaria red. En pocos meses aparecieron nuevas expresiones, como el que se queda boquiabierta ':0' ó el que guiña ';-)'.
Un original recuperado años después
Desafortunadamente, Fahlman no guardó una copia de su mensaje de aquel día de octubre, porque no le concedió mayor importancia a su invento. Con el tiempo, sin embargo, se dio cuenta de que el fenómeno de su Smiley no iba a ser solamente una moda pasajera, sino que perduraría en el tiempo, que se iba a expandir por todo el mundo y al mismo ritmo que Internet entraba en más y más hogares.
Durante años este emoticono original había estado perdido, hasta que un compañero suyo de la Universidad Carnegie Mellon, Jeff Baird, lo localizó con otros tres amigos, haciendo un "esfuerzo heroico" y justo a tiempo para celebrar su entonces 20 aniversario, según cuenta el propio Fahlman en su página web.
Ahora, con motivo del 25 aniversario de su cara sonriente, Fahlman explica que a pesar de los años transcurridos, sigue sin salir del asombro y ve divertido el éxito que ha tenido su invento.
Este estadounidense, que vive con su mujer en el campus de la misma Universidad, ve con orgullo y fascinación cómo "un pequeño mensaje que puse en unos 10 minutos, se ha transformado en algo que se ha extendido a todo el mundo", señala.
Fahlman nunca ha recibido una contraprestación económica por su invento, que utilizan cada día millones de internautas. Pero él cree que debe ser así: "Es mi pequeño regalo para el mundo", dice.
En un comunicado, su representante asegura que "el Maestro luchó en una larga batalla contra el cáncer de páncreas que le ha quitado la vida" y destaca que hizo frente a la enfermedad del mismo modo que encaró su vida y su trabajo, "permaneciendo positivo" hasta finalmente sucumbir a la enfermedad.
El estado de salud del tenor se había agravado en los últimos días después de haber permanecido hospitalizado dos semanas. Finalmente había sido trasladado a su residencia de Módena donde permaneció rodeado de su familia. En las últimas horas se había informado de que su estado era extremadamente grave, con pérdidas de consciencia y problemas renales.
A Pavarotti le fue diagnosticado un cáncer de páncreas el pasado año, por el que fue intervenido en un hospital neoyorquino en julio de 2006; en agosto de este año había reiniciado el tratamiento contra la enfermedad.
La redacción de Blender ha sido la encargada de pensar en esos 100 momentos. Como en todas las listas, los lectores notarán que faltan o que sobran cosas, o que el orden no es el que ellos hubiesen puesto, pero no deja de ser una guía completa de la historia de la música moderna de los siglos XX y XXI.
En el primer puesto, los Beatles. El 9 de febrero de 1964 el cuarteto de Liverpool fue el invitado del programa de máxima audiencia de la televisión americana, El show de Ed Sullivan. En Estados Unidos estaban dándose a conocer y su actuación de esa noche, en la que interpretaron All my loving, She loves you y Til there was you fue toda una revolución que desató a nivel mundial la beatlemania. 73 millones de espectadores fueron testigos.
De los puestos dos al diez: la invención del hip-hop (11 de agosto de 1973) por parte de Kool DJ Herc; la salida en Internet del sitio de descargas de canciones Napster (1 de junio de 1999); el día en que el líder de Nirvana, Kurt Cobain, compró la pistola con la que se pegaría un tiro menos de una semana después (30 de marzo de 1994); el debut del canal televisivo MTV (1 de agosto de 1981), dedicado en exclusiva a los vídeos musicales; la retransmisión radiofónica en la que Dr. Dre descubrió la facilidad de rapear de Eminem y a partir de ahí le lanzó al estrellato (25 de octubre de 1997); la emisión del vídeo de Michael Jackson, Billie Jean en la MTV (2 de marzo de 1983); el día en que Bob Dylan cogió su guitarra y su harmónica y se fue de Minnesota con destino a Nueva York (21 de diciembre de 1960), convirtiéndose en una estrella; la creación por parte de Keith Richards de Satisfaction, la canción estandarte de los Rolling Stones (6 de mayo de 1965); y en el puesto número 10, la apertura de la discoteca más famosa de la época disco, Studio 54, en Nueva York (26 de abril de 1977).
Hasta el puesto 25 destacan la grabación del primer disco de Los Ramones (2 de febrero de 176), la ruptura sentimental de Britney Spears con Justine Timberlake (25 de marzo de 2002), día que está marcado como el inicio del hundimiento de la reina del pop adolescente, cuando Bob Dylan aparcó la guitarra acústica por la eléctrica sorprendiendo a una nueva generación y defraudando a otra (25 de julio de 1965), la muerte de Elvis Presley (16 de agosto de 1977), el asesinato de John Lennon en Nueva York (8 de diciembre de 1980) y la fabricación de la primera guitarra Fender Stratocaster (15 de mayo de 1954).
Frank Sinatra, Jimi Hendrix, Led Zeppelín, Bruce Springsteen, David Bowie, Abba o The Doors, son algunos de los artistas destacados en el resto de la lista por algunos de sus logros. También aparecen el karaoke, algunos festivales de música, YouTube, los compact disc, el iPod o Pop Idol. Incluso está el día en que Ozzy Osbourne, durante un concierto, le arrancó de un bocado la cabeza a un murciélago vivo. Lo dicho, 100 días que cambiaron la música, aunque no necesariamente los 100 días más importantes.
Hace un siglo, el diseñador Pierre Poiret unió dos pañuelos mediante una cinta y un cordel. Daba así carpetazo a siglos de opresión lencera, creando la prenda clave del vestuario femenino (de puertas para dentro): el sujetador. Aunque no fue él, sino Mary Phelps, la avispada que patentó el ingenio en 1914.
Ajeno al paso del tiempo, el sujetador sigue siendo una prenda clave para la mujer, por mucho que las feministas más recalcitrantes se empeñasen en quemarlo durante el verano del amor. Actualmente, el sostén no ha perdido un ápice de su utilidad y ha evolucionado hasta convertirse, incluso, en una prenda de moda en la que se plasman las tendencias de cada temporada. No hace mucho, la estética lencera acuciaba incluso, a llevarlo por encima de la ropa, bien visible.
De todos los colores y materiales imaginables, y adaptable a todo tipo de mujer, el sujetador, además de hacer honor a su nombre, puede disimular... o resaltar. Esta última misión la viene ejecutando eficazmente desde los 90 el sujetador 'push up', que todos conocemos por su marca: el Wondrebra.
La marca de corsetería que revolucionó el mundo de la imagen fichando a bellezas esculturales como Eva Herzigova o Adriana Skleranikova, no podía dejar pasar la efemérides así como así. Wonderbra ha sacado a la madrileña plaza de Colón a 100 modelos, que han posado con el último modelo de la casa, Multiposición, que se anuncia como el "optimizador del escote femenino" gracias a sus 100 maneras de combinarlo. ¿Qué mejor manera de celebrar el centenario del sujetador que luciendo un escote despampanante?
José Luis Cantero nació el 20 de agosto de 1937 en una familia humilde, venida de Buenache de Alarcón (Cuenca), en el barrio de Las Ventas en Madrid, cerca de la plaza de Toros. De niño solía faltar a la escuela, prefiriendo pasar el tiempo imitando a su ídolo, el cantante de copla Rafael Farina. Fue de Farina que El Fary tomó su nombre. Antes fue conocido en su barrio como «El Farina de Ventas» por su afición a imitar su cantante favorito y a otras estrellas de la copla española.
Antes de tener éxito, El Fary trabajó como jardinero y taxista para reunir el dinero que le permitió grabar sus primeras canciones. Una vez grabados y editados los discos, él mismo los vendía en el Rastro de Madrid. En esa época también participaba en competiciones de cantantes en la radio y actuaba en fiestas locales. Fue a partir de los 30 que el Fary empezó a ganar dinero como cantante cuando fue llamado a Pozoblanco Córdoba (España) para sustituir a otro cantante (Pepe Blanco). Más tarde, el legendario Antonio Molina lo contrató para una gira de dos meses.
En los años 1970 la copla cayó en desgracia con el público español, pero eso no desanimó a El Fary y hacia finales de la década estaba grabando canciones más pop, que subieron a las listas de éxitos españolas.
En los años 1990 El Fary consiguió el éxito en el mundo de la televisión, cuando protagonizó la serie Menudo es mi padre en el papel de un taxista. El papel se hizo a medida para él, e incluso el título de la serie era un juego de palabras con la estatura de El Fary.
Durante esta época, estuvo sujeto a especulaciones y rumores sobre la drogadicción de su hijo y el maltrato de su mujer. A pesar de que la publicidad sensacionalista de su vida privada pudo resultar desagradable, lo mantuvo en la consciencia del público durante bastante tiempo.
Hacia el fin de la década, su carrera se vio de nuevo impulsada cuando el director de cine Santiago Segura estrenó su comedia Torrente: El brazo tonto de la ley. El protagonista, José Luis Torrente (papel realizado por el mismo Santiago Segura), es un policía maleducado, racista, machista y corrupto que es fan de El Fary. La película contenía una canción de El Fary especialmente grabada y que se titulaba Apatrullando la ciudad. Tanto la canción como la película fueron un éxito, que llevó a grabar dos secuelas, de las cuales Torrente 2: Misión en Marbella. En 2005 El Fary realizó una pequeña intervención en Torrente 3: El Protector, la tercera entrega de la serie, interpretándose a sí mismo. Además, se realizó una pieza de merchandising única: el Carrofary, una pequeña figura de goma del cantante diseñada para ser colgada del espejo retrovisor del coche.
Ha apadrinado a varios artistas jóvenes como Melody o, a su propio hijo, Javi Cantero, ambos cantantes de pop.
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