Participó en la Guerra Civil Española, en el bando republicano, en la que resultó herido. Fue en plena contienda cuando se inició en la escritura.
El interés en la psicología y la obra de Freud le sugieren la creación de imágenes hipnagógicas y le acercan al automatismo psíquico y al surrealismo.
Mallarmé, para Brossa un ejemplo de rigor intelectual y un auténtico precursor del caligrama, antes incluso que el propio Apollinaire, le inspiran la creación de poesia visual.
En 1941 conoce al poeta J.V. Foix, máximo exponente del surrealismo literario catalán del período anterior a la Guerra Civil, quien se convierte en otra influencia importante y a través del cual entra en contacto con los integrantes del grupo ADLAN, con el pintor Joan Miró y el dinamizador artístico Joan Prats. Con ellos explora las diversas vanguardias europeas, entre otras el surrealismo y el dadaísmo.
En 1948 participa en la creación de la revista Dau al Set con los pintores Joan Ponç, Antoni Tàpies, Modest Cuixart y Joan-Josep Tharrats, el polígrafo Juan Eduardo Cirlot y el filósofo Arnau Puig, que significa un punto de referencia capital para la vanguardia artística catalana de la época, en claro contraste con el marasmo intelectual imperante bajo el primer franquismo.
La relación (1947-1951) con el poeta brasileño João Cabral de Melo Neto, cuya amistad conservará toda la vida a pesar de que no se volverán a ver hasta 1993, le devuelve el contacto con la realidad cotidiana y le incita a conocer el marxismo. La obra de Brossa gana en profundidad política y asume un compromiso social que nunca abandonará.
La lectura de filosofía y religiones orientales, en especial sobre el zen le reafirman en su vivencia de la importancia de la sencillez de las cosas y la búsqueda del equilibrio. No desdeña, sin embargo, la perfección formal, para lo cual se ejercita en el soneto (como su referente Mallarmé), la oda en estrofa sáfica y singularmente en la sextina, dificilísima composición poliestrófica de origen medieval.
Su obra literaria, de dimensiones enormes y en parte aún inédita, fue redactada exclusivamente en lengua catalana. Públicó unos 80 libros. Ha sido objeto de traducciones al español, al francés, al inglés, al alemán, al italiano, al portugués, al sueco, al neerlandés, al húngaro, al polaco, al checo, al japonés y al esperanto. Gracias a la inmediatez de su poesia visual, objetual y corpórea ha llegado a ser universalmente conocido, aun a riesgo de que el género más cultivado por el poeta, el literario en general, siga siendo casi desconocido incluso en ambientes internacionales que valoran a Brossa como artista plástico de referencia.
Joan Brossa fue galardonado con los premios Lletra d'Or (1981), Ciutat de Barcelona (1987), Medalla Picasso de la UNESCO (1988), Nacional de Artes Plásticas (1992) y Nacional de Teatro (1998). Era miembro de honor de l'Associació d'Escriptors en Llengua Catalana. En 1999 y a título póstumo fue investido doctor honoris causa por la Universitat Autònoma de Barcelona.
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