
El Síndrome de Excitación Sexual Persistente (PSAS) afecta sólo a mujeres y es el resultado de una excitación genital espontánea y persistente, con o sin orgasmo o congestión sanguínea genital, no relacionada con ningún tipo de sensación de deseo sexual.
Las personas que lo sufren suelen tener vergüenza y no hablar de él.
Fue documentado por primera vez por la doctora Sandra

La excitación física provocada por este síndrome puede ser muy intensa, y persistir durante extensos períodos de tiempo, algunas veces días o incluso semanas. En ocasiones, el orgasmo puede calmar temporalmente los síntomas, pero estos retornan en cuestión de horas. Los síntomas pueden ser: debilitamiento y dificultad de concentración en las tareas mundanas. Algunas situaciones: viajar en coche o en tren, las vibraciones de los teléfonos móviles, o incluso ir al servicio, pueden agravar el síndrome de forma insoportable.

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