
empieza a sonar la orquesta urbana: trompetas motorizadas, violines a dos ruedas, saxos en las esquinas,...
entras en las entrañas de la tierra, sales, penetras túneles, focos fundidos, flashes intermitentes entre ámbar y rojo...
humo, mucho humo, asfixiante y cansino, aire cancerígeno, dióxido cosmopolita, gas urbanita...
otro día comenzó con un cielo encapotado por una manta grisácea...
el sol no puede darte los buenos días...
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